lunes, 23 de noviembre de 2009
La historia del Parque
El Parque de Las Leyendas fue fundado en 1964 por encargo del entonces presidente Fernando Belaúnde Ferry. El nombre original del proyecto fue Parque Infantil Las Leyendas y fue puesto en manos de Felipe Benavides Barreda, a la sazón presidente del PARNAZ (Patronato de Parques Nacionales y Zonales), quien encargó la empresa al director de ese mismo organismo, José Enrique Barreto Estrada (hoy general FAP en retiro y presidente del Patronato del Parque de Las Leyendas-PATPAL).
Luego de definirse que el parque recrearía las 3 regiones naturales del Perú, Barreto convocó al arquitecto norteamericano Robert Everly, quien hizo levantamientos aerográficos y topográficos del terreno en el que a la postre se haría la construcción –130 hectáreas que fueron compradas a la Universidad Católica– y planteó el perfil del parque. Rebautizado el proyecto como Parque Central Cultural de Las Leyendas, se puso manos a la obra empezando por la Zona Selva, que al principio era una pampa eriaza.
En 1983 Felipe Benavides Barreda fue nombrado para presidir el Patronato del Parque de las Leyendas; no había entonces ninguna vicuña en exhibición. Hoy cincuenta y dos vicuñas hacen que Las Leyendas tenga un record en lo que a población en cautiverio de ese camélido se refiere, y es que desde que Benavides volvió al Parque, mucho se logró.
Ya antes, desde 1964 hasta 1969, había estado al frente del zoológico. Cambios y reformas que se vivieron durante los años de gobierno militar lo obligaron a alejarse del cargo. Suponemos que ustedes recordarán en lo que se había convertido nuestro Parque después del 69: una especie de mercadillo al aire libre, llena de ambulantes, donde la basura era parte del paisaje y, seguramente, alimento de los entristecidos animales.
Con trabajo infatigable, mucho esfuerzo y prácticamente sin apoyo económico se logró recuperar el Parque. Cierto es que hay algunas deficiencias que aún no logran superarse debido a la falta de recursos y apoyo técnico de otras organizaciones, pero lo conseguido hasta ahora demuestra que hay honestidad, conocimientos, talento y buenas intenciones.
Algunos especialistas vienen cuestionando la capacidad científica de los encargados del Parque y hay quienes han llamado empírico a Benavides, tratando de desmerecer los conocimientos de toda una vida dedicada a la conservación y preservación de la vida silvestre.
Pues bien, el empirismo de don Felipe y de sus colaboradores ha sido aplaudido por la Sociedad Zoológica de Londres a tal punto que se le ha dedicado seis páginas en el International Zoo Year Bookn al éxito alcanzado en lo que se refiere a reproducción en cautiverio de la vicuña.
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